Durante dos mil años se creyó que la luz se propagaba con velocidad infinita se suponía que cuando sucedía algún fenómeno importante en las estrellas lejanas este fenómeno podía verse instantáneamente en cualquier punto del universo.
Galileo intento en una ocasión medir la velocidad de propagación de la luz, aunque sin éxito.
El primer método terrestre para medir la velocidad de la luz fue proyectado por Filedu en 1849. El dispositivo experimental que utilizo es el siguiente.
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